Un nuevo enfoque para analizar los proyectos eléctricos presentó el Gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Transelec, Jorge Lagos, en su exposición en el seminario de Institucionalidad Ambiental.
En su presentación, Lagos expuso que dentro de las dificultades que tienen los proyectos para obtener los permisos y su aprobación se encuentran áreas de influencia muy extensas y un exceso de información en la generación de línea base para todos los componentes. En el caso del Convenio 169, existe un escenario de incertidumbre para proyectos que se someten al SEIA, discrecionalidad en la aplicación de la consulta y una judicialización de los procesos.
Asimismo, el ejecutivo expuso que los plazos de tramitación de concesiones eléctricas exceden los 120 días señalados en la Ley (en la realidad son 2 a 3 años); la identificación de predios, sus propietarios y deslindes no compatibles con los sistemas de registro; y hay una larga tramitación de proyectos lo que genera especulación de los intermediarios en la negociación de servidumbres.
Todo esto en un contexto donde la ciudadanía está más activa e informada, con movilizaciones de tipo transversal y la radicalización de ciertos movimientos. En este sentido, Lagos destaca que la Estrategia Nacional de Energía establece como uno de sus puntos centrales la creación de una carretera eléctrica pública creando franjas fiscales refuerza el rol coordinador del Ejecutivo en la Evaluación Ambiental Estratégica.
El Gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad explica que la nueva metodología permite incorporar desde el inicio del diseño de los proyectos los aspectos ambientales relevantes, identificar los tramos críticos en la construcción (como comunidades indígenas, áreas protegidas, bosque nativo), minimizar la incertidumbre ambiental de los proyectos, identificando las medidas de mitigación, reparación o compensación a ejecutar durante la construcción y operación de los proyectos, y el acercamiento temprano con las comunidades incorporando los aspectos sociales.