La compañía aumentó en un 70% los recursos disponibles y reenfocó completamente su planificación de inversión y trabajo comunitario 2020 para llegar, en una primera etapa, con 2.000 cajas de alimentación y 3.000 kits de higiene a familias vecinas a sus instalaciones.
En Transelec nos relacionamos habitualmente con numerosas comunidades vecinas a subestaciones y proyectos, de Arica a Chiloé, a través de mesas de trabajo, proyectos de inversión social y distintas actividades, que tienen por objetivo aportar al desarrollo local, social y comunitario.
“Debido a la crisis sanitaria que enfrentamos hoy no podemos continuar físicamente con ese trabajo, pero a partir de la emergencia hemos rediseñado completamente nuestro plan de inversión social e incrementamos en un 70% los recursos totales respecto del año anterior, porque situaciones excepcionales requieren medidas excepcionales”, señala David Noe, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de la compañía.
La primera etapa del plan es de emergencia y de ejecución inmediata, y busca ayudar a las familias con las necesidades más urgentes entregando 2.000 cajas de alimentación y 3.000 kits con elementos de prevención (mascarillas y alcohol gel), aportes que serán canalizados a través de juntas de vecinos de 23 comunidades, principalmente a adultos mayores, desempleados y comunidades aisladas.
Una vez que sea posible y seguro volver a los territorios se implementará la segunda etapa, de recuperación, la que tiene tres pilares de ejecución con objetivos de mediano y largo plazo.
El primer pilar es educación, y consiste en la realización de mejoras de infraestructura sanitaria en las escuelas públicas que son parte de nuestro programa educativo Ideas con Energía. Los otros dos están enfocados en la reactivación económica local a través de capital semilla y asistencia técnica para microempresarios que hayan sido impactados significativamente por la crisis, y un aumento del 50% del monto anual que destina Transelec a proyectos de inversión social que ejecutan las propias comunidades.
“Sabemos que son días complicados para muchas familias y como empresa no estamos ajenos a ello porque somos parte de los territorios en que operamos y estamos permanentemente dialogando y escuchándonos”, explica David Noe. “Tras el estallido social de octubre estas relaciones de confianza también nos permitieron adaptarnos y generar una serie de medidas en favor de comunidades, contratistas y proveedores, como fue el pago a 7 días que implementamos de inmediato los primeros días de noviembre”, ejemplifica.
Así, ante esta nueva contingencia, Transelec busca mantenerse cerca de sus comunidades vecinas, reorientando el relacionamiento comunitario y sus recursos, y generando nuevos financiamientos para líneas especiales de trabajo que ayuden a mitigar los efectos de la crisis.