“CONVERSACIONES QUE CONECTAN” DE TRANSELEC PARTIÓ CICLO 2018 EN CONCEPCIÓN, CON SEMINARIO SOBRE ENERGÍA Y LA CIUDAD DEL FUTURO

Expositores coincidieron en que mayor electrificación de las ciudades será con energías más baratas y limpias, y traerá beneficios como menor contaminación, menores costos de energía, mitigar el cambio climático, políticas sociales con mayor foco y mejor calidad de servicio.

En el marco del ciclo “Conversaciones que Conectan 2018”, organizado por Transelec junto a Congreso del Futuro y Diario Pulso, realizado en la Región Bío Bío, personalidades del mundo público-privado analizaron la energía del futuro y su implicancia en las ciudades, planteándose cuáles son los desafíos que conlleva tener ciudades cada vez más electrificadas a nivel de transporte, vivienda y nuevas formas de trabajo, entre otras.

Durante el encuentro, el primero de tres que se realizarán en Concepción, Talca y Santiago, participaron como expositores el subsecretario de Energía, Ricardo Irarrázabal; Pablo Allard, Decano de la Facultad de Arquitectura de la UDD y Nicola Borregaard, Gerente General EBP Chile y Miembro directorio de Espacio Público. Los invitados fueron convocados a responder una gran pregunta: ¿Cómo la energía modelará las ciudades del futuro?

El Intendente de la Región del Bío Bío, Jorge Iván Ulloa, dio inicio al Seminario “La Energía del Futuro, Ciudad y Energía”, comentando que “hablar de ciudad es hablar de energía, es imposible entenderlo de una manera diferente”.

Y ello se sustenta en que las ciudades ocupan el 3% de la superficie del planeta, pero usan el 80% de la energía. Entonces, surge la pregunta: ¿seremos capaces de construir un futuro eficiente, sustentable y resiliente con el medio ambiente?

En este contexto, Ricardo Irarrázabal, subsecretario de Energía, expresó que el principal desafío ambiental es el desafío energético. A su juicio, “los principales problemas energéticos urbanos actuales son la contaminación por leña, el ordenamiento territorial y el cambio climático, a los cuales hay que darles soluciones pronto con el fin de modelar las ciudades del futuro como corresponde”, señaló.

En esta búsqueda de soluciones, Pablo Allard, Decano de la Facultad de Arquitectura de la UDD, es tajante al decir que “si atacamos la eficiencia energética en las ciudades daremos un salto cuántico en la calidad de vida de la sociedad”.

En este mismo sentido, Andrés Kuhlmann, gerente general de Transelec – la principal empresa de transmisión eléctrica del país – planteó que “en Chile ya están dadas las condiciones para que se genere el tránsito hacia un país más eléctrico, ya que los costos de la electricidad han bajado de manera consistente las licitaciones de energía durante los últimos años, la baja se está traspasando rápidamente a consumidores y la compra de energía barata ya es una realidad, siendo el Estado el primer cliente en ejercer ese derecho”.

Los expositores coincidieron en que la mayor electrificación en Chile será con energías más baratas y limpias, con lo cual los beneficios son claros: menor contaminación local, menores costos de energía, contribución para mitigar el cambio climático, políticas sociales con mayor foco y mejor calidad de servicio.

En esta transformación Transelec juega un rol importante. “Hemos conectado el 65% de este tipo de energías al sistema eléctrico nacional en los últimos 5 años” afirmó Kuhlmann.

Por su parte, Nicola Borregaard, Gerente General EBP Chile y Miembro directorio de Espacio Público, señaló que si bien estamos enfrentados a un mundo cada vez más eléctrico, “los desafíos y oportunidades están en observar con cuidado y plantear acciones que permitan aprovechar las ciudades del futuro. Necesitamos autoridades que entiendan a cabalidad que la energía forma parte de sistemas complejos. Ya no se trata solo de generar más MW sino que pensar las ciudades y los usos de la energía pensando en una mayor calidad para los seres humanos”.

Para que todo esto sea posible, manifiestan los expertos, se requiere infraestructura que cuente con licencia social, por lo tanto los proyectos deben tener un mínimo impacto social ambiental, contar con almacenamiento para que las energías renovables sean viables y remplacen la energía base.